El tercer domingo de cada mes de julio Mauella honra en su pequeña ermita a San Benito Abad con sus fiestas patronales. El comienzo de la festividad lo marcan las campanas de la espadaña, momento en el que la imagen de San Benito se pasea en procesión por las calles, con la compañía de los habitantes y el alegre sonido de la música que interpreta la banda y de los fuegos de artificio.
Durante las fiestas son populares las calderas, que rememoran las comidas que los más pobres realizaban en esos días, actualmente convertidas en una cita gastronómica comunitaria con suculentos productos como verduras y carnes de cerdo que se reparten entre los asistentes. Para finalizar el día y también las fiestas, los fuegos de artificio vuelven aparecer para poner el colofón a las fiestas.