Durante la primera parte del mes de junio tienen lugar las fiestas en honor a San Antonio de Padua, en las cuales no faltan los típicos concursos de tiro y arrastre de caballerías, siempre con gran participación de los labradores vecinos.
La segunda quincena de junio es la fecha escogida en esta pedanía para honrar a Nuestra Señora de Gracia, cuya parroquia junta esos días en la plaza a comisiones falleras, peñas ciclistas, asociaciones y demás vecinos. La instalación de barracones en la plaza y la “nit d’albaes” marcan el comienzo de unos festejos muy influidos por el deporte, ya que la afición de la pedanía por el ciclismo se acaba traduciendo en distintas carreras.
La música no cesa en las calles para acompañar distintos juegos infantiles, meriendas o concursos de paellas, aunque la verdadera explosión de sonido llega el último sábado del mes mediante la traca, que precede a la cabalgata vespertina y al baile nocturno. El ruido vuelve a ser protagonista recibiendo con “mascletà” el domingo, día en el que se celebra una misa y una procesión que culmina con el disparo de fuegos artificiales.
