Uno de los actos más representativos que se celebra en la Gran Fira de València es la tradicional y centenaria Batalla de las Flores. Se trata de un espectáculo que en 2016 cumple 125 años de antigüedad (la primera Batalla se celebró en 1891) y que consiste en una batalla festiva de flores entre las diversas carrozas y coches de caballos que desfilan y el público espectador. El festejo tiene lugar el último domingo de julio y pone el punto final a la Gran Fira. La víspera se celebra en la Ciudad del Artista Fallero la Nit de la Punxà, en la cual los maestros carroceros acaban de pinchar la flor en las carrozas que desfilarán en la Batalla de Flores.
La Alameda de València se llena de color y congrega a miles de valencianos que ven desfilar las carrozas ornamentadas con flores, con una preponderancia de motivos elegantes y vistosos (florales, vegetales, animales, decorativos, exóticos y mitológicos). Las carrozas van tripuladas por las falleras mayores de València, la regina de los Jocs Florals, las representantes de la Federación de Casas Regionales y las falleras mayores de distintas agrupaciones falleras, así como las aspirantes a falleras mayores de València y cortes de honor, y también otros colectivos festivos y cívicos.
El disparo de una carcasa era y continúa siendo la señal para el comienzo de la Batalla de las Flores. El cortejo de abre con un grupo de “dolçainers” y “tabaleters”, acompañados por caballos enjaezados que montan parejas vestidas a la manera antigua de la Huerta. Seguidamente desfilan las carrozas, que son valoradas por el jurado y después reciben los premios otorgados, siendo el más importante de ellos el del Barón de Cortés, que premia la más perfecta decoración con flor natural. Una vez repartidos los premios comienza propiamente la Batalla de Flores, con el intercambio festivo y masivo de proyectiles florales (clavelones), que llena la atmósfera de alegría compartida.
