LAS FALLAS
Desde Jueves, 01 Marzo 2018
Hasta Lunes, 19 Marzo 2018
La fiesta de las Fallas es la fiesta grande de la ciudad de València y tiene un fortísimo arraigo popular, ya que son los ciudadanos de toda condición organizados en comisiones falleras (más de 345 en el “cap-i-casal”) los verdaderos protagonistas de la fiesta. Esta se regula desde la Junta Central Fallera, organismo autónomo municipal, y en ella también participan miles de personas, visitantes y turistas, que generan un gran movimiento festivo de masas y un importante impacto económico en la ciudad.
Las Fallas se remontan tanto a los catafalcos satíricos que los vecinos ya erigían a mediados del siglo XVIII como a las hogueras que se encendían junto a las alquerías de la Huerta. Con el tiempo la fiesta fue institucionalizándose y haciéndose más compleja y grande, hasta que en los años veinte del pasado siglo apareció la Semana Fallera, y más adelante las secciones falleras o el cargo de la fallera mayor de València, además de nuevos y multitudinarios festejos como la recogida de premios, la Ofrenda de Flores a la Virgen de los Desamparados o las “mascletaes”.
Los catafalcos falleros, auténtico epicentro de la fiesta, eran en principio realizados por los propios vecinos, pero desde los años treinta del siglo XX se desarrolló una auténtica industria de construcción de fallas a cargo de los artistas falleros, que han mantenido año tras año un oficio único, en el que se precisa el control de una gran cantidad de saberes artísticos, y que ha dado nombres muy reputados al arte valenciano. Los artistas falleros se agrupan en el Gremio Artesano de Artistas Falleros y su principal referente es la Ciudad del Artista Fallero, en el barrio de Benicalap, donde se ubica el Museo del Artista Fallero. Hoy en día los artistas dominan multitud de técnicas y variedad de materiales constructivos, con los que construyen las fallas y los “ninots” que las componen. Desde 1934 se elige un “ninot” indultado que, al salvarse de las llamas, pasa a formar parte del Museo Fallero, un museo único situado en el barrio de Montolivet, que recoge una colección de “ninots” grandes e infantiles que puede ser admirada por turistas y ciudadanos durante todo el año.
Las Fallas comienzan oficialmente con la “Cridà” desde las Torres de Serranos, y ya avanzado marzo comienza la larga “plantà” de las falles de sección especial, aunque formalmente la “plantà” de las fallas infantiles es el día 15 por la mañana y la de las grandes la noche de ese mismo día. Al día siguiente pasa el jurado que dictamina los premios a otorgar, que recogen las comisiones durante dos jornadas. Con todo, destaca por su emotividad la Ofrenda de Flores a la “Geperudeta”, capaz de movilizar a más de 100.000 falleros. Paralelamente se suceden las actividades festivas más variadas en las demarcaciones de las comisiones falleras y sus casales, que ofrecen una activa vida cultural durante todo el año. Las “mascletaes” de la plaza del Ayuntamiento pautan el ritmo de los días festivos y, como los castillos de fuegos artificiales, congregan a enormes multitudes de amantes de la pólvora, la cual también tiene otras manifestaciones interesantes como la “despertà” o el “correfoc”. Las Cabalgatas del Ninot, Infantil y del Foc completan un programa repleto de fiesta en la calle, tanto diurna como nocturna. El 18 de marzo por la madrugada la “Nit del Foc” estalla con una espectacular demostración de fuegos artificiales.
El 19 de marzo es el día de San José, el día grande de la fiesta. Por la mañana tiene lugar la ofrenda floral al patriarca y las comisiones apuran sus últimos pasacalles, que culminan con “mascletaes” o tracas en cada demarcación. Por la tarde la Cabalgata del Fuego, en la cual desfilan grupos de diablos que portan el fuego de la “cremà”, da lugar a las últimas horas de la fiesta, que culmina con la “cremà”, primero de las fallas infantiles y después de las grandes, en medio de un auténtico festival popular de pirotecnia. En el 2016, las Fallas fueron declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.